La criolesia articular es un procedimiento especialmente útil para el tratamiento de personas con dolor crónico. Esto aplica a pacientes que, debido a sus síntomas, se ven obligados a limitar drásticamente su actividad física básica y sus funciones cotidianas. Puede leer más sobre el procedimiento de criolesis a continuación.

¿Qué es la osteoartritis y qué la causa?

La enfermedad degenerativa (artrosis) puede desarrollarse en cualquier articulación con cartílago hialino. Los síntomas suelen aparecer después de los 40-50 años. Los cambios más importantes se producen en las articulaciones de la cadera y la rodilla debido a la mayor sobrecarga mecánica. La causa de la artrosis es el daño gradual del cartílago articular, diseñado para amortiguar los movimientos de la articulación y permitir que las superficies articulares se deslicen de forma óptima. Con el tiempo, la capa ósea bajo el cartílago articular, la cápsula articular, los ligamentos, los tendones y los músculos que rodean la articulación también se degeneran. Los síntomas más molestos para los pacientes son el dolor y la movilidad limitada de la articulación. 

La osteoartritis se ve predispuesta principalmente al desarrollo de dos factores: una carga excesiva en la articulación (p. ej., como resultado de un trabajo físico específico o un nivel deportivo no adaptado a las capacidades) o trastornos de la mecánica corporal derivados de una actividad física insuficiente. En este caso, la mayor amenaza parece ser el sedentarismo, que afecta a la mayoría de la población. 

Los síntomas más comunes de la osteoartritis son:

  • Dolor que suele sentirse al iniciar el movimiento o al realizar movimientos articulares. El dolor suele remitir en reposo; puede empeorar al final del día debido a la fatiga de la capa subcondral del cartílago. El dolor puede sentirse en un lugar específico o ser más difuso y rápido: «Me duele toda la rodilla». 
  • Rigidez: a menudo se presenta la llamada rigidez matutina (al despertarse), que desaparece al moverse. La rigidez articular puede reaparecer durante el día tras un periodo de inmovilidad, por ejemplo, al estar sentado durante mucho tiempo.
  • Limitación de la movilidad articular completa. Hay problemas para estirar o flexionar la articulación; la articulación funciona normalmente solo en el rango de movimiento medio.
  • Crujidos y saltos: pueden indicar tanto un trastorno en el deslizamiento de las superficies articulares entre sí como un daño grave en el cartílago articular.
  • Distorsión del contorno y la forma de la articulación.
  • La hinchazón de la articulación puede indicar una sobrecarga de la misma y una inflamación crónica de la propia articulación y de los tejidos que la rodean.

¿Cómo reconocer y tratar la osteoartritis?

El diagnóstico de osteoartritis se basa en la historia clínica, la exploración clínica y las pruebas de imagen que muestran el grado de daño del cartílago articular. Se utilizan radiografías, resonancias magnéticas y ecografías. Con base en los síntomas actuales y las pruebas de imagen, el médico sugiere el procedimiento adecuado. 

En el tratamiento de un paciente con una enfermedad degenerativa, se seleccionan diversos métodos (por separado o en combinación) según el estadio de la enfermedad. Estos pueden incluir:

Etapa temprana:

  • Fisioterapia y ejercicios físicos adecuados que desarrollan tanto la movilidad de las articulaciones como la eficiencia de los grupos musculares apropiados.
  • educación sanitaria
  • medicamentos antiinflamatorios
  • ecocirugía: inyecciones regenerativas
  • optimización del peso corporal

Etapa intermedia:

  • fisioterapia
  • Mejora de la ergonomía del trabajo y del ejercicio físico
  • ecocirugía: inyecciones analgésicas y antiinflamatorias

Etapa avanzada:

  • ecocirugía: criolesia
  • fisioterapia (después del alivio del dolor)

Crioterapia en el tratamiento de la osteoartritis

La criólisis (crioneurolisis, crioanalgesia) es un método para tratar el dolor que consiste en bloquear la conducción de los impulsos nerviosos mediante la congelación local del nervio. Esto elimina la sensación de dolor en una articulación específica. El efecto de la anestesia dura desde unos pocos meses hasta aproximadamente una docena de meses después del procedimiento. La criólisis es un procedimiento reversible: no destruye la estructura del nervio y carece de efectos secundarios sistémicos. Esto permite su uso repetido en la misma persona sin causar efectos secundarios. 

Se trata de un procedimiento sonocirúrgico, es decir, realizado por un especialista en manejo del dolor bajo un control cuidadoso y continuo con ecografía (USG). El uso de ultrasonido permite dirigir el tratamiento con precisión hacia un nervio específico que inerva una zona o articulación determinada. 

La criólisis es una excelente alternativa para quienes consumen analgésicos de forma crónica. Para los pacientes que esperan un procedimiento, como una endoprótesis articular, es una oportunidad para funcionar sin dolor y realizar una rehabilitación intensiva para aumentar la movilidad articular. Gracias a la eliminación del dolor y a los tratamientos de fisioterapia específicos, algunos de nuestros pacientes logran evitar la cirugía. 

El procedimiento consiste en introducir una sonda delgada en la zona del nervio correspondiente. La reacción de congelación se genera mediante la rápida expansión de dióxido de carbono en el interior de la sonda —el gas permanece dentro de la sonda, por lo que no existe riesgo de una reacción indeseada provocada por el contacto directo del gas con el cuerpo del paciente. La punta de la sonda alcanza temperaturas cercanas a los -70 °C.

La crioterapia se utiliza para tratar y eliminar el dolor en los siguientes casos:

  • enfermedad degenerativa de la cadera (incluye indicaciones para endoprótesis)
  • enfermedad degenerativa de la rodilla (incluye indicaciones para endoprótesis)
  • enfermedad degenerativa del hombro (incluye indicaciones para endoprótesis)
  • enfermedad degenerativa de la articulación del tobillo (incluye indicaciones para endoprótesis)
  • entesopatías: codo de tenista, espolón calcáneo, inserción del tendón de Aquiles. 

Autor: Jacek Grabowski

Artículo publicado con cortesía de: [fuente no especificada]

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