Efectos del CO2
en crioestimulación
Una temperatura más alta del agente refrigerante (cerca de los -80°C en comparación con -160°C en los dispositivos que funcionan con nitrógeno líquido) no afecta la efectividad de la crioestimulación; lo importante es la velocidad de acción y la cantidad de calor recibido, la cual es la misma que en los dispositivos de "nitrógeno".
También, los dispositivos que funcionan con CO2 aprovechan la sinergia de la crioestimulación y el efecto terapéutico del dióxido de carbono: absorbido por la piel, tiene un fuerte efecto espasmódico en los vasos sanguíneos (incrementa el suministro de oxígeno a los tejidos), tiene un efecto calmante, relajante y analgésico. Esta sinergia brinda una eficacia extraordinaria al dispositivo en procedimientos terapéuticos.