La tecnología de radiofrecuencia fraccionada con microagujas es un método moderno basado en el funcionamiento preciso de microagujas aisladas. La combinación de dos procedimientos independientes: la punción con microagujas y el tratamiento térmico de la piel permitió obtener resultados increíbles en la reconstrucción de la piel, el llamado termolifting.
Impactar la piel con una onda electromagnética de radiofrecuencia (RF) contribuye a la producción de nuevo colágeno.
Las microagujas, por el contrario, dañan mecánicamente el tejido y estimulan su regeneración.
El área de impacto, dependiendo de la energía establecida, es de aproximadamente 0,5 mm, la profundidad máxima de penetración de la aguja es de hasta 4 mm.