Los evacuadores se utilizan en tratamientos de fotocoagulación, electrocoagulación y vaporización láser, durante los cuales se produce un humo desagradable que contiene material biológico y contamina la consulta. El humo suele contener genomas virales, como el VPH, lo que supone un riesgo de infección iatrogénica de las vías respiratorias tanto para los pacientes como para el personal.